viernes, 16 de marzo de 2012

El embarazo de una nena de 10 reabrió el debate en torno al aborto no punible

Gentileza: El Litoral


Tras el fallo de la Corte, se reavivó la discusión luego de que una niña abusada quedara encinta.
El Litoral consultó a letrados y referentes del área que plantean su visión de la problemática. 



Indignación, indefensión, aberrante, vulnerabilidad social, ausencia de una política de educación sexual y de contención, fueron algunos de los conceptos esbozados por letrados y referentes en la materia consultados por El Litoral sobre el caso de una niña madre que lleva 26 semanas de gestación a otro niño en su vientre.
El hecho reabrió la polémica no sólo en torno al aborto, luego de conocerse el fallo de la Corte Suprema de no penar a las mujeres que realizan la práctica en caso de ser víctimas de una violación. También se corrió la frontera de opiniones hacia sus implicancias más profundas, a problemas estructurales que estriban en la situación de vulnerabilidad social de los menores y la ausencia de una implementación sistemática de Educación Sexual en las aulas. Aunque en este y como sucedieron en otros casos, a veces los pequeños no cuentan siquiera con la oportunidad de usar el guardapolvo. Por ello se habla ya de derechos del niño.
“Todavía no salimos de un asombro gigante. Tiene que ver con la situación de vulnerabilidad de los chicos”, expresó a El Litoral Hermindo González de la Red de Infancia Robada. “En situación de vulnerabilidad, de hacinamiento, de falta de contención social, hay casos de abuso tanto en Capital como en parajes rurales”, indicó el abogado. 
En cuanto a la decisión de la Corte Suprema de Justicia, el letrado indicó que “la aplicación no será automática”, sino que para ello se requerirá mediar un amparo ante las autoridades judiciales y sanitarias. “Lo que hizo la Corte es sentar una importante jurisprudencia”, señaló. No obstante, aclaró que personalmente opta por “preservar la vida por todos los medios”.
Similar posición sostuvo la jueza de Menores, Irma Domínguez. “Si no hay un protocolo no creo que los profesionales del medio practiquen un aborto y menos si se trata de un menor”, indicó a El Litoral. La magistrado anticipó que podría surgir un debate sobre la aplicabilidad de la jurisprudencia, ya que podrían existir cuestionamientos respecto de la comprobación del abuso, pues sólo se requeriría de una declaración jurada. De acuerdo con una publicación de un matutino nacional, cada Provincia debe efectivizar un protocolo de actuación para tratar estos tipos de casos, previstos en el Código Penal, pero cuya aplicación difiere en cada ju-risdicción.
“En estos casos la víctima es doblemente victimizada”, opinó Karina Car-dozo de la Multisectorial de Lucha contra la Violencia de Género. Por ello señaló como necesaria la declaración de una emergencia de violencia sexual y doméstica en Corrientes, proyecto que aún no es tratado en el Concejo De-liberante y que se pretende elevar a la Legislatura. Además, indicó que debe aplicarse el protocolo de emergencia en caso de abuso, el cual, según sostuvo, es ignorado en algunos centros de salud barrial. “Esto habla de la necesidad de atención. Cada institución tiene un rol y herramientas que no aplica”, manifestó.
“Permitir el aborto en un caso, como es por ejemplo en una violación, abre la puerta a otros. Por eso no es razonable decir que sólo es en este caso. Hoy es en este caso, mañana será en otro”, dijo ayer el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, en conferencia de prensa.
“Esa decisión abre el camino de la violencia contra la mujer y contra el niño por nacer”, manifestó. “Nadie puede negar que un aborto es agresivo. Y no hablo ni siquiera desde lo religioso. Entendamos racionalmente que cuando se genera violencia, la consecuencia es más violencia”, continuó reflexionando el conductor de la Iglesia local.

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